Sarcoma: cómo es este tumor y qué síntomas deben alertarnos

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La prevalencia actual de este tipo de tumor se estima entre 15.000 y 18.000 personas que conviven con la enfermedad un número que ha aumentado de forma gradual, en los últimos años, según los expertos. Te contamos qué signos deben hacerte sospechar tanto en adultos como en niños. 

Actualizado a: Miércoles, 16 Julio, 2025 12:57:24 CEST
hombre dolor huesos El dolor persistente de alguna parte del hueso puede ser un signo de este tipo de tumor (Fotos Shutterstock)

En España se diagnostican anualmente en torno a 2.600 nuevos casos de sarcomas de partes blandas y unos 400 de sarcomas óseos, lo que representa una incidencia de aproximadamente 5-6 casos por cada 100.000 habitantes. “La prevalencia actual se estima entre 15.000 y 18.000 personas que conviven con la enfermedad un número que ha aumentado de forma gradual, en los últimos años, no tanto porque la incidencia sea mayor, sino por dos factores clave el envejecimiento progresivo de la población y la mejora en los tratamientos, que ha permitido aumentar la supervivencia de los pacientes”, explica a CuídatePlus Ricardo Cubedo, jefe de Sarcomas y Cáncer Hereditario del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten.

Los sarcomas, explica en detalle el especialista, “son tumores malignos que se originan bien en el esqueleto, o bien en tejidos distintos de los de las vísceras, como músculos, huesos, grasa, vasos o cartílagos”. Representan menos del 1% de todos los cánceres, lo que los convierte en una enfermedad rara. A diferencia de la mayoría de tumores, que surgen de órganos (como el pulmón, mama o colon), “los sarcomas aparecen en tejidos blandos o huesos. Además, pueden llegar a afectar a personas de edades mucho más tempranas que los cánceres más comunes, incluyendo niños”.

En cuanto a las causas de su aparición, el oncólogo recuerda que, como en la gran parte de los cáncer en general,  “la mayoría de los sarcomas son de causa desconocida. Algunos pocos están ligados a factores identificables, como radioterapia previa, síndromes hereditarios, linfedema crónico o virus”. En base a esto, tampoco existe un perfil de paciente con sarcoma aunque es cierto que, como apunta el experto, “en términos generales, los sarcomas de partes blandas son más frecuentes en adultos de entre 45 y 70 años, con una ligera predominancia en varones y los sarcomas óseos suelen diagnosticarse principalmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes”.


Síntomas de alerta y cuándo consultar

En relación a los síntomas, Cubedo informa: “En tejidos blandos suele presentarse como un bulto de crecimiento progresivo, a menudo indoloro”. Es importante señalar que “cuando el sarcoma no surge en una zona palpable, como puede ser el interior del tórax o del abdomen, puede alcanzar tamaños muy grandes antes de dar síntomas. En hueso, el síntoma más común es el dolor persistente en alguna parte del esqueleto”.

Por tanto, es importante acudir a un especialista ante cualquier signo de alarma que pueda sugerir la presencia de un sarcoma. Así, señala, “en adultos, se recomienda consultar si aparece un bulto profundo o subcutáneo que crece progresivamente y supera los 5 cm; en niños, si sobrepasa los 2 cm”.

También, añade, “deben valorarse las masas indoloras que persisten durante más de cuatro semanas, el dolor óseo de predominio nocturno o la aparición de fracturas sin un traumatismo previo”. Otros signos de alerta incluyen “la aparición de una tumoración en un campo previamente irradiado o asociada a linfedema”.

En el caso de los niños, “se debe prestar especial atención a los llamados dolores de crecimiento que afectan siempre a la misma pierna y que interfieren con el descanso nocturno, ya que podrían ser indicio de un proceso más serio”.


Tratamiento y evolución

En relación al tratamiento, según informa el oncólogo, “algunos subtipos han mejorado su supervivencia gracias a nuevos tratamientos pero, en general, los avances no son tan llamativos como en otros ámbitos de la oncología”. El experto recuerda que “hemos avanzado mucho más en el entendimiento de los mecanismos que diferencian a unos sarcomas de otros por lo que es de esperar que estos conocimientos vayan dando lugar a nuevos tratamientos”.

En estos casos, el papel de la investigación en la mejora de los resultados en sarcoma es fundamental. “Muchos sarcomas tienen alteraciones genéticas bien definidas que pueden permitir desarrollar terapias dirigidas y diagnósticos moleculares más precisos. Sin la investigación básica que aclare primero los mecanismos del desarrollo de la enfermedad, es difícil conseguir tratamientos realmente eficaces”, augura el experto.

Y es que, en función del tratamiento, de su diagnóstico temprano y del subtipo el pronóstico será uno u otro. Así lo afirma el experto: “El pronóstico del sarcoma depende fundamentalmente del subtipo específico y del estadio en el momento del diagnóstico. En los casos localizados, las tasas de curación pueden alcanzar hasta el 88 % en las variedades menos agresivas, y alrededor del 60 % en los subtipos más agresivos”.

En cambio, lamenta, “cuando la enfermedad ya se ha diseminado, la curación completa no suele ser posible, aunque existen algunas excepciones”. La supervivencia en estos casos “es muy variable y está determinada por el tipo de sarcoma y su ritmo de crecimiento. En ciertas variedades de evolución lenta, los pacientes pueden vivir varios años con la enfermedad controlada”, concluye.

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